Hasta ahora solo puedo decir: «Grazie Italia»

Hasta ahora solo puedo decir: «Grazie Italia»

Nuestra entrevista a Alberto, 28 años, ingeniero del sector de la automoción.

 

Consejos para vivir en Italia, ventajas y desventajas de trabajar en un paìs muy parecido pero muy diferente.

Queremos saber la historia de algunos de los que han venido a Italia para comprender las dificultades y las curiosidades que han encontrado.

Hoy conocemos a Alberto, 28 años, ingeniero del sector de la automoción.

¿Cuánto tiempo llevas en Italia?

En Septiembre haré cinco años. Llegué en 2011

¿Qué has dejado en España? ¿Qué es lo que más echas de menos?

Familia y amigos. Obviamente lo que más echo de menos es la familia, vuelvo cada vez que puedo. Echo muchísimo de menos mi tierra: La Rioja. Soy – y seré siempre – de un pueblo pequeñito llamado El Villar de Arnedo (pido perdón por la publicidad). Echo un poco de menos el paisaje riojano con sus viñas, olivos y almendros. Cada vez que vuelvo me encanta visitar a un pariente que produce un vino magnífico perdiendo (o quizá invirtiéndolo) tiempo discutiendo sobre cómo será la añada de crianzas y reservas del año en curso. Pero si hay un lugar mágico que de verdad echo de menos de La Rioja, es la Calle Laurel en Logroño.

¿Por que motivo viniste?

Elegí «Milano» para cursar mi beca Erasmus. Un grupo de investigación del Politécnico de Milán – MOtor VEhicle control team, MOVE – que aunaba conocimientos de la carrera universitaria que estaba estudiando – Ingeniería en Informática – y una de mis grandes pasiones: los coches. Este grupo de investigación colabora con grandes empresas del mundo de la automoción: Ferrari, Lamborghini, Maserati, Ducati, Magneti Marelli, Fiat etc. Me propusieron entrar en contacto con Magneti Marelli Motorsport – proveedor oficial del mundial de Fórmula-1 y MotoGP – para poder realizar un internship que me sirviera como proyecto de fin de carrera que como primera experiencia laboral. Y para allí que me fui. Durante un año participé en el desarrollo de un sistema de comunicación que hoy es empleado por los coches de Fórmula-1. Una experiencia muy bonita y que sin lugar a dudas me abrió las puertas de la industria de la automoción.

¿Cuando llegaste a Italia, ya sabías hablar el idioma? ¿Te costó desenvolverte con el italiano? ¿Fue un problema para empezar a trabajar / estudiar?

Cuando llegué a Italia…digamos que me defendía con el italiano. Durante dos meses fui a clases de conversación con una profesora italo-argentina. Hecho que me ayudó bastante a integrarme desde el inicio en la cultura italiana. Hablar el idioma del lugar lo antes posible, y no tener miedo a equivocarse en público abre muchísimas puertas.
Pero os aseguro que al principio todos mis amigos italianos me tomaban el pelo muy a menudo. Me lo tomé con filosofía y como una oportunidad para aprender lo más rápido posible. Tuve la suerte de estar en una residencia de estudiantes con 400 personas de todas las partes de Italia – cada uno con su particular acento – todos ellos se encontraban fuera de casa y con ganas de integrarse con el resto de la gente. Dos días después de haber llegado a Italia, hice mi primera entrevista de trabajo en italiano y aunque me ofrecieron hacerla en inglés, mi orgullo me dijo de hacerla en italiano, y la verdad es que fue llegar y besar el santo.

Cuando te vas de tu país se tienen expectativas. A veces no se satisfacen, y otras se ven superadas. ¿Y la tuyas cómo han sido?

Hasta ahora solo puedo decir: «Grazie Italia». No me puedo quejar – toco madera – afortunadamente.
Siempre he tenido como meta trabajar en lo que me gusta, creo sinceramente – si se dan los condiciones para  poder hacerlo, yo doy gracias al cielo por haberlas tenido – que las cosas con pasión se hacen sin lugar a dudas mucho mejor, eso en Italia pesa mucho. Nunca he tenido la preocupación de mirar  al reloj cuándo estoy en el trabajo. La industria italiana me ha dado la oportunidad de participar en el actual sistema de comunicación de la Fórmula-1, un proyecto de connectivity para smartphones de Porsche, la instrumentación electrónica del Fiat 500x y ahora en Maserati controlar el entero desarrollo del software de un nuevo vehículo que será lanzado al mercado en un futuro inmediato, de este último proyecto no os puedo decir nada más, no os desvelo la sorpresa. Obviamente estas oportunidades de trabajo me han permitido conocer lugares como Milán, Turín, Varese, Módena o Bolonia.

¿Qué problemas encontraste o pensabas que encontrarías al llegar?

Si te digo la verdad, al principio era un poco intrépido, no tenía ni idea de las dificultades o barreras con las que me podía encontrar. Y todavía me pregunto cómo he tenido tanta suerte. He tenido la oportunidad de poder visitar distintas partes de Italia de la mano de amigos que me han abierto la puerta de sus casas y con los que he tenido la suerte de intercambiar visita en La Rioja. La integración ha ido sobre ruedas, aunque me ha costado más que una paella, tortilla de patata o botella de Rioja que sabiamente he podido compartir con tantos amigos.
Una pasión que compartimos con Italia es el placer de sentarse a la mesa y compartir momentos de felicidad con familia y amigos. A mis 28 años no me puedo quejar de nada, siempre me pregunto por qué Italia ha depositado tanta confianza en mí, vieniendo de fuera. Por ello, me siento profundamente agradecido.

Comparando la vida laboral en España y en Italia, ¿cuáles crees que son las diferencias?

Pues no sabría decirte con exactitud, porque en España solo he trabajado en el sector del vino en una actividad familiar. En el campo de la ingeniería solamente he trabajado en Italia. El nivel salarial digamos que quizá es un pelín más alto que Italia, aunque quizá el coste de la vida es un poco más alto que en España. Sí que te puedo decir que quizá hay muchas más formas para introducir a los jóvenes en el mundo laboral con contratos de «stage» para becarios o contratos remunerados para menores de 30 años, el llamado «apprendistato» que es beneficioso para el empresario y para el empleado ya que garantiza una carga fiscal menor y un progreso contractual en tres años.

En Italia quizá se conserva algún beneficio laboral más en algunos sectores como el metalmecánico donde todavía se pueden disfrutar de 33 días laborables de vacaciones al año, o los sectores bancario y comercial donde existen las extraordinarias de Navidad y verano.

¿Cuáles son las ventajas y desventajas de trabajar en Italia?

Como ventajas diría flexibilidad, pero obviamente hay que ser consciente que la flexibilidad de poder llegar a la oficina a las 9:30, a veces también conlleva salir de trabajar a las 20:00 o las 21:00 cuando los picos de trabajo son altos o el desarrollo de un proyecto lo requiere.
Otra ventaja es que el ambiente de trabajo es bastante «latino» y el clima entre colegas de profesión – almenos el que yo he tenido la oportunidad de conocer – es muy distendido: por ejemplo el momento del café
en el que se comentan las jugadas del partido de fútbol del día anterior. Instantes de pausa que ayudan a sobrellevar algunos momentos exigentes en el trabajo. No me imagino pasando ocho horas (a veces más)
al día como un autómata. Como ya he dicho, las cosas con pasión se hacen muchísimo mejor.

Desafortunadamente, en España el sector de la automoción no ofrece tantas oportunidades, aunque estamos mejorando. Día tras días conozco muchos españoles que trabajan en otras empresas del mundo de la automación en España y en  otros países de la Unión Europea.

¿Aconsejarías venir a vivir a Italia?

Como primera experiencia laboral en el extranjero creo que sí. El nivel salarial no es como el de Alemania o los paises nórdicos. Pero digamos, que para los españoles supone el país más fácil al que aclimatarse: por sus gentes, por su clima, por su gastronomía, por su estilo de vida y por sus miles de lugares para visitar. Si tengo que poner en una balanza posibilidades económicas y sociales, quizá Italia sea un país entre los primeros puestos.

Cuéntanos alguna anécdota divertida causada por los “false friends»

A los dos días de haber llegado a Italia, al final de la primera entrevista con el director del departamento de I+D de Magneti Marelli Motorsport, justo después de haberme comunicado que había superado la entrevista y que la semana siguiente empezaba como becario, yo quería pedirle a la responsable de los recursos humanos un «portafolio» para llevarme a casa el contrato – aquel día llovía – ya que fui tan intrépido de ir a la entrevista con ni siquiera una carpeta. Desconocía totalmente la semejanza de la palabra portafolio (del inglés portfolio) con la palabra italiana «portafoglio» que significa cartera o monodero. Ya sea la reponsable de recursos humanos como el director me preguntaron un poco atónitos el porqué de pedirles su dinero. Afortunadamente pude explicarles rápidamente que lo que quería un sobre de plástico para poder meterlo en un bloc con anillas. Primera entrevista y casi la chafo…

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